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Book Reviews

Reseña del libro: Vendaval

Cuenta Alberto Vázquez-Figueroa como un día le llamó Sean Connery para transmitirle su hartazgo del personaje que le lanzó a la fama: James Bond. Quiso comprarle los derechos de su obra Manaos para protagonizar el correspondiente filme junto a la bella de Claudia Cardinale. Aceptó y Connery le pagó 100.000 dólares en metálico los cuales Vázquez-Figueroa esparció sobre la cama para su gozo y deleite. A los pocos meses le volvió a telefonear para comunicarle que le habían ofrecido una suma de locura por meterse de nuevo en la piel del agente 007 en la película Nunca digas nunca jamás; no se podía negar ante ella, por lo que pasarían tres años sin poderse meter de lleno en el proyecto de Manaos; para entonces consideraba que su edad no estaría para los trotes de andar metiéndose entre junglas y selvas; le devolvió los derechos. “¿Y los 100.000 dólares?” preguntó Alberto a Sean; de respuesta obtuvo: “Te los quedas”. ¡Qué grande era Connery!, ya podríamos tener todos amigos como él. Y para grandeza la de Vázquez-Figueroa: ya les gustaría a muchos escribir a la velocidad que lo hace él, con su técnica maestra para atraparnos desde la primera página con los hechos y aventuras que narra, numerosas de ellas basadas en su propia experiencia personal, dado que las vivió in situ, como la novela que nos ocupa.

Desde mi humilde opinión, es el autor español más destacado e importante de las últimas décadas: más de cien libros publicados en su haber. Entre ellos Vendaval: ¿me parece el mejor de todos los que he leído de Vázquez-Figueroa? Siendo sincero y franco a la vez, que viene a ser lo mismo, he de decir que no. ¿Y por qué no hago una reseña de Ébano, Tuareg o Sicario? Porque los mencionados los leí hace veinte años y Vendaval lo terminé hace dos días, y sobre decir que me ha parecido un pedazo de libro.

Vendaval, al igual que la mayoría de las novelas del autor, se lee rápido, va directamente al grano con una trama intensa y trepidante. Su protagonista, Darío Pocaterra, es un niño de familia dominicana de bien, un pasota, cuyo sueño es llegar a convertirse en un gran pintor. No es más que un mantenido, un niño de mamá sin futuro alguno en el universo de las pinturas; es lo que tiene ser rico y poder vivir de las rentas; puedes dedicarte a lo que te venga en gana. A Darío le interesa la política de su país, la República Dominicana, lo mismo que al ciudadano de Honduras le interesa la de Malasia. Sin embargo, estalla la guerra civil, y a pesar de ser un hombre sin bando, se ve arrastrado y sumergido en una espiral de violencia de madre del amor hermoso y muy señor nuestro.

El libro violento es un rato. Vázquez-Figueroa cubrió lo acontecido en Santo Domingo durante los tristes meses de 1965 que acogieron tan turbulentos tiempos como corresponsal de guerra del diario La Vanguardia. El contexto histórico de la época está marcado por la guerra fría, con la Cuba revolucionaria bien al ladito, lo que provocó la intervención militar de los Estados Unidos en el conflicto dominicano, apoyada y vista con muy buenos ojos por los terratenientes del lugar: desde luego que el comunismo no les atraía en absoluto, viendo peligrar sus posesiones, riquezas e intereses.

Mi impresión es que Vázquez-Figueroa no está calando en las nuevas generaciones de españoles como debería calar: es un genio, un sabio, el Leonardo Da Vinci español. Inventó un sistema para potabilizar/desalinizar el agua de mar por presión. No soy un entendido del tema, no soy ingeniero. Ni siquiera sabría explicar como a un grano de café se le quita la cafeína para obtener el café descafeinado, como para exponer el procedimiento para aprovechar el agua de los mares y océanos. ¿Funcionaría? Lo que está confirmado es que el Gobierno de turno desestimó, con acento en la o, la financiación de su invención. Vázquez-Figueroa ha manifestado en repetidas

ocasiones que “el del agua es el negocio más sucio de la creación; más que el tráfico de armas, la prostitución o las drogas”. La vida del planeta Tierra necesita del agua o perecería; no es necesario drogarse, visitar burdeles o comprar balas para vivir. ¿Qué sucio negocio se esconde a nivel mundial detrás del agua embotellada? ¿Llegará un día en que nos cobrarán un impuesto por el aire que respiramos?, ¿no querían hacerlo por aprovechar las ventajas de los rayos solares? En su libro Vivir del viento, publicado en el año 2003, denuncia lo recogido en líneas anteriores. Cómo es posible que en ciertos rincones del planeta un litro de gasolina salga más barato que un litro de agua potable, agua decente, no pura ni destilada: ¡vergüenza!

En definitiva, una novela muy recomendable. Me sale del pecho el siguiente grito: ¡VÁQUEZ-FIGUEROA PREMIO NOBEL YA! Todo aquel que no esté interesado ni en la temática de Vendaval ni en su autor, le puedo recomendar que lea Hijos de los hombres de P.D. James: describe una sociedad donde no nacen niños desde hace veinte años en un planeta asolado por guerras y pandemias. ¡Qué sería de nuestro día a día sin la sonrisa y las tiernas voces de los más pequeños!

Alvaro Lopez Sanchez-Prieto

The author Alvaro Lopez Sanchez-Prieto

Álvaro López Sánchez-Prieto is the author of the book, Que No Somos De Aquí, available in Amazon. He loves reading books and devours them like food.

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